Es el proceso judicial mediante el cual los herederos forzosos (ej. hijos – cónyuge) o testamentarios obtienen la calidad de herederos con el objetivo de disponer de los bienes del fallecido.

Se requiere la voluntad de al menos UN HEREDERO O TERCERO INTERESADO (ej. acreedor) para iniciar la sucesión. De todas maneras, la presentación conjunta de todos los herederos hace a la rapidez del trámite en sí.

Si la sucesión tramita en Capital Federal, regularmente el tiempo hasta obtener la DECLARATORIA DE HEREDEROS es de 3 MESES.

Es la sentencia judicial mediante la cual se reconocen a las personas denunciadas en la sucesión como herederas de la persona fallecida. La Declaratoria de herederos habilita a los herederos a disponer de los bienes, es decir, a anotarlos bajo su nombre o bien venderlo a quien tenga interés.

Una vez obtenida la DECLARATORIA DE HEREDEROS y ante la aparición de un comprador, los sucesores tienen la posibilidad a través del TRACTO ABREVIADO de hacer que EL BIEN pase del fallecido al nuevo comprador sin necesidad de que los herederos lo inscriban a su nombre.

• Partida de defunción
• Partida de matrimonio
• Partida de nacimiento
• Documentación vinculada a los bienes (escritura, título automotor, etc)

Los gastos de una sucesión se dividen por un lado en los honorarios acordados por la representación letrada y por el otro lado están los gastos vinculados estrictamente al proceso en sí. Éstos serán por ejemplo el costo de una partida de nacimiento o matrimonio (en el caso que falte), el bono del Colegio de abogados, costo de la inscripción del bien en el registro correspondiente, etc.